30 mayo 2011

Sin aliento.


Tras varias vueltas a la manzana consiguió, por fin, aparcar el coche. Esta tarea se había convertido en gloriosa hazaña en los últimos tiempos y ¡para colmo! el hueco elegido se encontraba algo retirado de su casa. Debía atravesar una transitada y bulliciosa avenida plagada de terrazas, para después adentrarse en un oscuro parque donde las parejas, entregadas a besos y caricias, se habían encargado de silenciar a pedradas todas las farolas, dotando así de intimismo y clandestinidad a su amor
Únicamente era la luna la que iluminaba esa noche el terreno.
Cada vez que se hacía necesario pasar por este sombrío lugar, sentía los latidos del corazón tan fuertes en su garganta, que llegaba a pensar que el músculo cardíaco se había desplazado de su ubicación originaria y se había alojado allí, en tan estrecho habitáculo. A ésto se unía una sensación de asfixia y ahogo, similar a la que le hubiese producido tragar decenas de manzanas sin masticar… Un inmenso nudo por digerir que no permitía el paso ni a una mínima gota de saliva.
El bullicio de la calle se oía cada vez más lejano y el nerviosismo que le producía entrar en ese paraje tan negro se apoderaba de ella. 


Caminaba avanzando a grandes pasos  - rápidas zancadas con las que recorrer el camino en el menor tiempo posible-  cuando advirtió que una sombra surgida de entre los arbustos, adquiría forma humana y se colocaba pocos pasos a la zaga. Paró en seco para tomar aire, moviendo los ojos de un extremo a otro de sus cuencas, intentando escudriñar qué o quién era lo que tenía detrás. No podía girar la cabeza por miedo a toparse con la cara de algún extraño. El desasosiego le estaba paralizando el cuerpo. Presintió una mirada clavada en su nuca; tragó saliva y se estremeció cuando un escalofrío le recorrió de cabeza a pies…
Comenzó a correr como una posesa, pisoteando guijarros y ramas secas. El dueño de la sombra, o quizá el eco de sus pasos en la espantada, le hicieron creer que, fuese lo que fuese, lo que tenía a su espalda estaba cada vez más cerca…


... Más y más cerca...
Una estrepitosa risa y una respiración jadeante, que venía de detrás, le confirmaron la sospecha: alguien le estaba siguiendo. Corrió más y más deprisa, sin aliento, ahogándose en una respiración descompasada… Estaba casi al final del camino y ya alcanzaba a ver las luces de su calle… Solo era necesario un último esfuerzo y la pesadilla habría terminado…
Se abalanzó contra la puerta de su portal, que abrió con violencia y desesperación. Sin retirar la mirada del frente la cerró rápidamente de una patada. No podía parar esa frenética carrera en seco y detenerse a esperar el ascensor, aún no se encontraba a salvo, por lo que continuó subiendo enloquecida las escaleras hasta el segundo piso… Una vez dentro, con la puerta cerrada y atrancada con todos los cerrojos de que disponía, se sentó en el suelo temblando... Entonces cambió el ritmo enloquecido de los últimos minutos y comenzó a respirar tranquila. Ahora sí estaba segura…
Suspiró aliviada; miró su reloj que marcaba la una y media; se llevó ambas manos a la boca y con los ojos mirando hacia el techo... sacudió su cabeza y, con una sonrisa de complicidad con la protagonista, cerró el libro que tenía entre manos mientras apagaba la lamparita de su mesilla…
 
¡Ya se había hecho muy tarde e iba siendo hora de ir a dormir!…

24 mayo 2011

Amarre.

... Un amarre es un embrujo que sirve para hacer que una persona se enamore de otra sin tener en cuenta sus sentimientos. La persona a la que se le ha lanzado el amarre queda embrujada y por mucho que sufra nunca se podrá separar de la persona que lanzó el amarre hasta que éste no sea roto...

Coincidiendo con la festividad de Santa Lucía, la feria acababa de llegar a su pueblo. Con ella la mujer barbuda; los jóvenes feriantes; el hombre más gordo del mundo; la mujer más pequeña de la Tierra; un jolgorio de tómbolas… y, también, la bruja.
María, hacía tanto tiempo que no acudía a aquel evento que, durante meses, buscó el pretexto perfecto para que Armando, le permitiese ir sin sospechar… “Iban a celebrar sus bodas de plata y ella quería regalarle algo especial”. La excusa perfecta para poder salir sola de casa.
Este diciembre estaba siendo especialmente frío y las nevadas caídas se solapaban unas sobre otras, lo que confería al paisaje un matiz blanco intenso, casi sepulcral.
Ensimismada, durante la cena, recordó aquella tarde, tantos años atrás, cuando era apenas una niña... Recordó que reía y se divertía con su amiga del alma, degustando algodón dulce y montando en los coches de choque. Delante de sus infantiles ojos se toparon con la caseta de “Madame Cassandra”; experta en sortilegios para lograr la felicidad, el dinero, el trabajo y el amor. Tan divertido les pareció que no dudaron en entrar… Allí estaban las dos amigas sentadas frente a la hechicera, con emoción. 

Con la inocencia de una chiquilla le habló a la bruja del chico de sus sueños, aquél por el que suspiraba sin ser correspondida. Recordó como Cassandra se puso “manos a la obra” y entre conjuros, hierbas, rezos y una foto… forjó el “amarre”. En pocos días ese joven, Armando, comenzó a fijarse en ella. Primero un cruce de miradas, después una sonrisita; la primera cita, luego el amor… el compromiso… el matrimonio y… veinticinco años de golpes y rosas.
Un matrimonio desgraciado del que intentó huir, ¡bien sabe Dios que lo intentó!, pero él siempre acababa encontrándola y regalándole rosas. Lágrimas para rogarle perdón y, pronto, más golpes y más rosas...
Era consciente que debía romper sus cadenas en el mismo lugar donde se fraguó su unión: en la caseta de “Madame Cassandra”.
Por segunda vez, frente a la bruja, y tantos años después, le rogó que deshiciera el “amarre” forjado años atrás. Cassandra le miró con ojos circunspectos y, finalmente añadió:
“Está bien, ve haciendo exactamente lo que te vaya diciendo…
…Escribe el nombre de ese que quieres que te olvide; amárralo a esta rosa con hilo; sumerge la rosa en este vaso de agua hasta que se derrame el líquido…
…Aleja el vaso y extiende un pañuelo sobre el agua derramada y di las siguiente frase: “que el amor que sientes por mi sea absorbido como este agua por este pañuelo” y después repite tres veces las siguientes palabras: "Amorem mihi frigidam"… que tu amor por mí se congele. Procura repetir bien las palabras pues serán ellas las que ayudarán a que te olvide o te deje de querer…  Y por último, al salir, exprime el pañuelo sobre la nieve”.
María hizo todo, tal cual la bruja le indicó. En la calle, retorció el pañuelo con sus dos manos hasta que quedó prácticamente seco.
En el interior de la caseta de feria, una vez María se alejó, “Madame Cassandra” suspiró aliviada y en su cara se dibujó una mueca de asombro. Se sonrió incrédula y, sin prestar demasiada atención a lo ocurrido, continuó comiéndose el bocadillo que dejó apartado, cuando la mujer entró.
María tenía tanta esperanza puesta en que el hechizo de la bruja funcionase, que ni siquiera notó el frío intenso de la tarde en su rostro. Antes de volver a su casa, quiso comprar algo “especial” con que poder justificar su salida de casa. En un puesto de flores hechas de metal un artesano le ofreció una rosa de bronce envejecido; una rosa que le pareció perfecta para aquel hombre que purgaba el daño que le hacía con flores...
Así volvió a su casa confiando en que todo amarre mágico hubiera terminado. Estaba deseando estar frente a su marido para comprobar que las palabras pronunciadas habían cumplido su misión...

Cuando entró en su casa no podía creer lo que sus ojos estaban viendo...




Armando se encontraba sentado en una silla, quieto, inmóvil... Hubo de acercarse más para comprobar lo que realmente estaba ocurriendo....





Un amor congelado para siempre y... por boca de su marido... las últimas rosas... de hielo.





PD: Disculpas porque me quedó muy largo

21 mayo 2011

Haiku. La boda de Sandra

      
"Dos corazones.
Dos miradas atentas...
Salve de boda".


二つの心。
二人は思いやりのあるけど...      
軟膏の結婚式。  
                                                                             
                                                                                                            Foto de Bem 16 del Blog de Cristina Falleroni
                                                                                      


¡¡¡¡Muchas felicidades Sandra en ese día mágico de tu boda!!!....

19 mayo 2011

Todo va mal... muy mal.


Desde el día que Blogger se actualizó, la “cosa” no marcha bien.
Tras engullirse los post y comentarios, parecía que todo se había restaurado a la perfección y no ha sido así. Me he dado cuenta ayer, cuando solo aparecía una entrada en mi página principal. Tampoco se me actualizan vuestras entradas en mi escritorio, ni las mías en vuestros blog… De hecho mi entrada anterior no aparece en la faz de mi historial. No era gran cosa y quizá por eso, este hambriento BLOGGER, se la ha vuelto a tragar.

 
No sé si os estará pasando lo mismo o es algo puntual (confío en que sea así) en mi sitio.
Este post lo estoy haciendo a modo de prueba para comprobar estas cosas que cuento porque si me tengo que meter, otra vez, a configurarlo todo… ¡me da algo!.


Para aprovechar esta entrada propongo un acertijo…

Sentencia
Se dice que hubo un tiempo en el que un perverso Rey dejaba al azar la sentencia de los reos, para ello, les daba la opción de elegir entre dos papeletas, en una estaba escrita la palabra “Muerte” y en la otra la palabra “Vida”. Cierto día, el Rey sometió a juicio a uno de sus súbditos más odiados, por lo que decidió escribir en las dos papeletas la palabra “Muerte”. El reo, conocedor del ardid del Rey, e imposibilitado para hablar, se las ingenió para escapar de la trampa.
¿Sabrías decir cual fue la solución que encontró el súbdito para salir con vida?.

16 mayo 2011

Wikipedia sí, pero con reservas...


En enero de 2001 Jimmy Wales y Larry Sanger tuvieron la idea de lanzar una Web donde los usuarios anónimos pudiesen escribir los artículos de una enciclopedia. Andaban ya metidos en el proyecto Nupedia, lo que pretendía ser una gran enciclopedia on-line. Wikipedia fue un elemento más de ese proyecto; algo con que conseguir materiales de conocimiento en bruto para luego pulir. Lo que comenzó como un proyecto secundario acabó siendo una de las páginas más visitadas de la red.


 
Wikipedia cumplió 10 años en enero y se ha convertido en la gran franquicia del saber pero, aún continúa el debate sobre su fiabilidad o no.
En la actualidad ofrece más de 15 millones de artículos en más de un centenar de lenguas. Sus artículos son copyleft, es decir, que podemos reproducirlos libremente siempre que citemos el origen.
Hay algo que la hace diferente a cualquier otro proyecto similar y es la fascinación en que sume a sus defensores y lo que enerva a sus detractores: la ausencia de permisos. Cualquiera que desee publicar una entrada no tiene más que entrar, editarla et voilá, ya estaría a disposición del ciberespacio que podrá hacer sus correspondientes observaciones a través de un foro de discusión…
Con este panorama es bien sencillo “colar” información falsa o pequeñas bromas que podrían permanecer varias semanas o meses sin que nadie se percatara del asunto. También es cierto que hay millones de ojos velando porque las paredes de este muro sean puras.
Como ejemplo de “gazapillos” colados en Wikipedia señalaré dos:
  • 2008. Premio Nobel de Literatura, Jean Marie Gustave Le Clézio…
Al poco de saberse el galardonado con el Nobel, un usuario colgó que “al saberse ganador el escritor franco-mauritano, falleció de un ataque al corazón”. Enseguida fue corregido, pero en el tiempo en que la noticia estuvo colgada, hubo periodistas que se hicieron eco del gazapo como bueno y lo publicaron en sus medios.


  • Un patinazo sonoro es el de un naturalista inventado por un usuario: León Robert de L’Astran. Este personaje permaneció por más de tres años en la base de datos y fue eliminado cuando un historiador demostró la falsedad. Aún así, estos tres años dieron mucho juego al bromista, porque muchos fueron los que picaron el anzuelo, incluida la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségolène Royal, que mencionó a Robert de L’Astran en una ponencia política.


Los usuarios-gestores de Wikipedia, conocedores de estos pufos han dedicado una entrada en la propia enciclopedia sobre su propia fiabilidad.
Y ahí lo dejo: Wikipedia sí, Wikipedia no... Creo que sí, pero con reservas.

PD: Dedicado a mi buen amigo Mario (de El Canto del Mirlo), como le prometí...

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