30 enero 2012

Frente al espejo



Cinco minutos… ¿estáis listas, chicas?... Vamos, deprisa, deprisa. La función no espera…


Otro día más frente al espejo intentando maquillar el paso del tiempo.


Base de maquillaje ¡Vaya!, se está terminando...
Lore, ¿me dejas la tuya?... Cógela tú misma, Yeny.
¿Alguien ha visto mis pestañas?... ¡Toma, están aquí!... ¿Qué diablos te pasa hoy?... Ni yo misma lo sé.
 

Tres minutos… ¡Vamos, vamos!
 

Comienzo a estar cansada de esta vida. Esta maldita peluca me aprieta tanto que, cuando me la quito, noto varios días la marca oprimiendo  mi cabeza y estos tacones de vértigo me lastiman demasiado los pies… Otra carrera en las medias…ya están para tirarlas... Pásame la laca de uñas a ver si consigo parar el desastre…
 

Chicas… ¡a escena!
 

El mismo número de vodevil dura ya varios lustros y percibo que las risas y las burlas son mucho más frecuentes, que los aplausos y ovaciones. ¿Aplausos?, hace años que no los escuchamos. Creo que el Gallego debería retirar este maldito espectáculo de una vez por todas y dar un aire nuevo al local, o venderlo... La zona no es mala y podría sacarle unos cuantos cientos de miles de euros.
 

El Gallego es un buen tipo y, personalmente, creo que pierde dinero con nosotras. La Lore piensa como yo pero la Vane cree, que el nuestro, es aún un buen show… 

Pobre Vane, desde lo de su madre se le nota más ausente que de costumbre. Hoy, sin ir más lejos, ha confundido varios pasos de baile y las risas burlonas y los pitidos se deben  haber escuchado por toda la ciudad. Varias veces le hemos dicho que esa mierda que le pasa el niñato ese del taller, le está matando, pero es inútil hablar con ella porque ya no quiere escuchar… Ni al Gallego, que es lo más parecido a un padre que ha tenido nunca, le hace caso…
 

Ha sido culpa mía, perdonadme chicas… Gallego, lo siento, no volverá a pasar… No sé en qué diantre estaba pensando…  ¿qué os parece si incorporamos la equivocación al número y lo hacemos más cómico?... o puedo entrar tropezándome o... quizá debería morirme de una vez y dejar de matarme poco a poco y en pequeñas dosis… lo siento, lo siento...
 

Silencio profundo y lágrimas a punto de brotar por los ojos de este, sin par, cuarteto.
 

El Gallego se ha portado como un auténtico caballero. Ha cogido por la cintura a la Vane y con esos ojos de buena gente que tiene, conteniendo el llanto, nos ha hecho un gesto con la cabeza y las cejas, indicándonos que él se encarga de todo, como tantas y tantas veces en los últimos tiempos. Se ha llevado a la Vane con la cabeza apoyada en su hombro mientras iba hablándole al oído.


Es un buen hombre y la Lore y yo siempre hemos sospechado que anda enamorado de la Vane desde el primer día que apareció por el garito. También pensamos que este show de tercera tan desfasado lo mantiene por ella, por lo feliz que ha sido la Vane en este espectáculo.
 

Es muy tarde, Lore, me voy a casa y ya me arreglo allí. Es hora de dejarlo, Lore, es hora de dejarlo… Tengo algún dinero ahorrado y podría…
 

La Lore me coge de las manos, me abraza como nunca hasta entonces había hecho y asiente con la cabeza. Es la hora Yeny… esto se acaba.



 

Ahora, frente al espejo, con el algodón de desmaquillar impregnado en crema hidratante voy borrando los ojos, las cejas, los labios y este absurdo lunar en la mejilla… dejando caer la pesada armadura que me cubre, para dar paso a mi realidad... la vejez de una artista de cabaret.
 

Y mi espejo; ése que antaño me hacía guiños cómplices, hoy está siendo más generoso que de costumbre y me devuelve la tierna imagen de un hombre viejo y demasiado solo, que se cansó de interpretar por más tiempo su comedia.





28 enero 2012

"Cat Faces"

Han sido muchos los caballeros que solicitaron,  a raiz del Top de los bombones, que era de justicia dedicar una entrada a las damas.  Bueno, pues ahí la tenéis, ¡va por ustedes!


Me gusta, de cuando en cuando, acercarme a esas modas que causan furor entre unos cuantos. 

Hoy hablamos de las Cat Faces o Caras de Gato o de cómo un montón de mujeres bellas decidieron pasar demasiadas veces por el quirófano y del tremendo resultado.

Carla Bruni (44 años)


Carla Bruni, primer dama francesa... Me dicen que abusa del botox y de las inyecciones de colágeno y vitaminas.


Heather Locklear (50 años)



Actriz, sobre todo de series de televisión como Melrose Place y aquella tan famosa que me encantaba, "Dinastía". Adicta a la cirujía y se le nota.


 Ivana Trump (Solo 63 años)

 

En mi opinión, aparenta mucha más edad. Esta mujer se casó con un magnate y gustó de gastarse su dinero en operaciones de cirujía estética que le hicieran parecer siempre joven. Fijaos en las orejas...


Joan Rivers (78 años)

 

Una auténtica experta en el tema cirujía. Es adicta a ella y está al tanto de todo lo nuevo que sale al mercado. ¡¡¡¡Miaaaaaau!!!

Esta necesidad de parecer siempre joven no es solo cosa de mujeres, a continuación un ejemplo masculino.


Mickey Rourke (60 años)




Mickey, con lo buenísimo que estabas en "Nueve Semanas y Media" y en lo que te has convertido. Me dijeron que su dedicación al boxeo profesional le dejó secuelas físicas que tuvo que solucionar con cirujía.  
Creo que no las solucionó demasiado bien.


Sylvester Stallone (66 añitos)


No noté grandes cambios en su caratras sus numerosas operaciones. Aprecio los labios un poco hinchados ¡Dios mío, los labios! ¡no siento los labios!... Al menos, parece simpático con esa sonrisilla.

Priscilla Presley (65 castañas)


 Una mujer muy mal operada. He oído que le inyectaron silicona industrial en la cara y que su cirujano ingresó en prisión por ello. Una mujer bellísima destrozada por una mala praxis.

También ha caído en estas redes la sin par Madonna que con 53 años ya luce rasgos de gata. No dejéis de seguirla porque puede llegar a ser la "ambición gatuna".






Y para finalizar la ganadora, la más operada... La reina de las caras de gato: Jocelyn Wildenstei de 72 años. Dicen las malas lenguas que lleva gastados cuatro millones de euros en lograr ese aspecto de gata. ¡Anda que no estará contento con ella su cirujano!
 Jocelyn Wildenstei 72 primaveras



Nos despide con una hermosa sonrisa.... Adiós, preciosa. Miaaaau.
 

26 enero 2012

¿Manías?... ¿quién no las tiene?

En primer lugar, quería disculparme por mi desatención al blog en los últimos días y también por haber descuidado mis visitas a los vuestros... 

Todo tiene una explicación y es que me fui a la tele. A raiz de una tontería que escribí acerca de mis manías, me llamaron para ir a un programa de Telemadrid a hablar de ellas.

Primero dije NO, pero luego cambié de opinión porque me convencieron con el argumento de que me iba a divertir muchísimo y, ante eso, no me pude resistir. Nunca me resisto a echar unas risas.

Os dejo unas fotos de lo que fue el programa porque no tengo otra cosa, de momento.
A ver ¿qué os parece?










Es buenísimo reírse y yo lo hice una "jartá"... Bueno, ya se ve que casi se me cae la dentadura de la boca... jajajajajajaja.


Y eso es todo por hoy.
Una experiencia que algunos conocíais y que he querido compartirla... con cierto pudorcillo.


21 enero 2012

La joroba


Hace ya algún tiempo, cuando era demasiado joven para entenderlo, leí o me contaron un cuento que ahora, con el paso del tiempo, me ha venido de nuevo a la memoria... Voy a intentar recordarlo lo más fielmente posible.

"Había una vez un joven que, aunque brillante por su talento en esto del pensar, no tenía mucho éxito en aquello otro del amor, pues su figura era un tanto deforme. No era alto ni guapo y coronaba su espalda con una joroba.

En uno de sus múltiples viajes se enamoró de la hija de un comerciante. Era una joven hacendosa que ayudaba a su padre en las tareas que éste le encomendaba y gustaba de escuchar al muchacho cuando le hablaba. Veía en él un joven sabio y dulce, pero le repelía su aspecto físico. Él, por su parte, adoraba todo de ella.

Un buen día, el joven, haciendo acopio de valor, fue a hablar con el comerciante para ponerle en antecedentes del inmenso amor que sentía por su hija. El padre le escuchó y comprendió que sus sentimientos eran muy fuertes hacia la muchacha pero también conocía lo que su hija opinaba al respecto... Optó por desengañarle para que no sufriera.  Sabía que no tendría ninguna oportunidad.

Un poco triste, pero no vencido, decidió jugar su última carta y hablar directamente con su enamorada. No tenía claro el modo de plantearle su amor y tras una conversación vanal y casi en un susurro le preguntó si sabía dónde se fraguaban los matrimonios. "No, no lo sé", le respondió ella mirando hacia el suelo.

En el cielo, el mismo día que nacemos -respondió él-. Así, el día en que yo nací escuché el nombre de mi prometida. También, que sería una chica preciosa. Con menos nitidez, un poco más lejos, continué escuchando que, por cuestiones del azar, la que estaba destinada a ser mi esposa... llevaría de por vida una grotesca joroba. ¡No! -grité-. ¡Dadme a mí esa joroba y que ella pueda disfrutar de su vida sin tener que llevar ese pesado atributo!...

La joven levantó sus ojos para contemplar los del muchacho y alargando sus manos cogió las de aquél por primera vez. En ese preciso instante comenzó a contemplar lo bello que era, algo que nunca hasta entonces había sabido ver, y  un escalofrío le recorrió el cuerpo... Tiempo después se convirtió en su esposa.
Y colorín, colorado..."

Aunque lo recordaba como un cuento, hace pocos días he sabido que se trata de la "historia"  de Moisés Mendelssohn (abuelo del compositor Felix Mendelssohn).

Filósofo y rabino judío del S. XVIII. Luchador implacable por los derechos civiles de los judíos.
Traductor de la Torá, hecho por el que fue considerado un hereje siendo su obra quemada en numerosas ciudades...
Se supo rodear de grandes pensadores y filósofos de la época.

Los ojos, ¡cómo nos engañan! no permitiendo que veamos lo que hay más allá.
Cómo los prejuicios hacia los que no tienen el cánon de belleza, que nos marca la sociedad, hacen que pasen a nuestro lado tantas y tantas personas distintas a las que no prestamos atención.

Un relato muy entrañable que encierra una filosofía con la que estoy  comprometida desde hace mucho tiempo y es el intento diario por conocer más el interior de los demás.

Y como el joven del cuento desearía... "poder llevar la joroba de mi ser amado".




14 enero 2012

Un malentendido en el Joker.

(AVISO: No dejéis de escuchar la sintonía del final; merece la pena)


Medianoche en punto. Arturo mira su reloj. Es la hora de comenzar el tour de cada viernes-noche. Pub Joker, primer lugar para tomar unas copas. Hay niebla espesa y hace frío.
Frente a la puerta del pub alguien aguarda en pie, mientras enciende un cigarrillo. Es una mujer hermosa de tez muy blanca, apenas sin maquillar, y vestida de negro. Parece muy distinguida. A Arturo, los ojos, le hacen chirivitas.
            -¿Pasas?... Ejem, hace frío.
            -Sí, ¿por qué no?, te estaba esperando…
            -¿Esperándome a mí?, pues no soy buena compañía y mucho menos cuando paso de la segunda copa –dice mientras le regala una bonita y seductora sonrisa-.
            -Hoy seré yo, tu mejor compañera… -otra sonrisita para el caballero- 
No es el prototipo de mujer que le gusta a nuestro héroe, pero hoy no le va a “hacer ascos” a nadie.
Un hombre joven, con evidentes signos de embriaguez, entra atropelladamente en el local, aprovechando que Arturo sujeta la puerta a la mujer;  tropezando con la pareja…
            -¡Vaya prisa que tienes, mamón!... Bien, entremos, que se me están quedando las manos congeladas.
Se sientan juntos en una mesa al fondo, frente a la máquina de discos.


            -¿Qué vas a tomar?
            -Whisky con agua, como tú…
Sorprendido, levanta la mano y dirigiéndose al camarero:
            -Dos wisky-agua, ¡por favor!
Comienzan una charla amena; sobre temas banales, pero amena. La mujer se levanta y pone un disco. Lucky de Radiohead. El joven, que les arrolló a la entrada, se levanta con un vaso en la mano y comienza a bailar al son de la música…
            -¿Te gusta?...
            -Algo triste, pero sí… ¿Has visto a ese tipo?...¡Pobre mamarracho!... ¿no se da cuenta de que está haciendo el ridículo?...
            -Olvídale. ¿Otro wisky?.
            -Otro wisky estaría bien… ¿Sabes?... estoy a gusto charlando contigo.
            -Yo también.
Tras la tercera copa, ya se comportan como dos amigos de toda la vida. Arturo había encontrado alguien con quien pasar la noche del viernes sin tener que beberse solo todos los bares de la ciudad y ¿quién sabe si  algo más?.
Un golpe seco y el sonido de varios vasos al romperse, les hizo girar las cabezas y volver la vista.
Inmediatamente un círculo de personas en pie;  y en el suelo, el joven ebrio que se acababa de desplomar… 
¿Algún médico en la sala?... Yo, soy médico… ¡Parece un infarto!... Que alguien avise a emergencias… Hay que estabilizarlo… Un-dos-tres-cuatro-cinco… ¡otra vez!… Un-dos-tres-cuatro-cinco… no hay latido… ¡otra vez!... Un-dos-tres-cuatro-cinco…
Arturo se levanta para ver qué ocurre. Veinte minutos más tarde, el joven ha sido estabilizado y, aún semiinconsciente, es conducido por un equipo del 112 al hospital más cercano…
            -Pobre diablo, ¡por poco!... -dice Arturo mientras agita su cabeza de lado a lado-
            -Se ve que no era su día. Bueno, ahora tenemos que irnos… Es la hora y tu tiempo (mirando su reloj) se ha terminado.
            -¿Cómo que tenemos que irnos?... ¿Irnos… dónde? La hora… ¿la hora de qué?... Tengo tiempo más que de sobra... ¡Anda que hasta el lunes que tengo que volver al trabajo!...
            -Tenemos que irnos. No me lo pongas más difícil. A todos os pasa lo mismo cuando llega el momento. He recreado el escenario perfecto: tu bebida favorita, tu canción predilecta, me he vestido de negro; tu color… el Pub Joker…
            -Yo no voy a ningún sitio contigo… Pero ¿qué clase de chiflada eres tú?... ¿De qué va esto?... Nunca tomo wisky; no me gusta el color negro y jamás había escuchado esa maldita canción…
            -Domingo, ¡por favor!, llevo horas preparándote para este último trance… Te voy a acompañar… No debes tener miedo… No habrá dolor.
            -¿Do-min-go?... (Elevando bastante el tono de voz)… ¿Quién cojo*** es Domingo?...
            (Desde el otro lado de la barra)…
            -¿Alguien pregunta por Domingo?… ¿Tú?... Nada, que está en el Hospital de la Luz y me confirman que, aunque estuvo muy cerca, ahora se encuentra fuera de peligro… No debía ser su día...







12 enero 2012

¿Quién ha dicho que los bombones caducan?

¿Quién ha dicho que los bombones caducan?...


Tras los atracones navideños de los días pasados voy a mostrar el top-ten (según Towanda) de unos cuantos bombones de ayer y de hoy, sin fecha de caducidad. No están ordenados porque no sabría puntuarles...

Alain Delon. Menudos ojos tenía el buen señor, no le hacía falta ser o no buen actor.



Marlon Brando. Tipo guapo y duro donde los haya. Envejeció fatal, pero nos dejó imágenes como ésta...



 Paul Newman. De los rubios; el más guapo, sin duda.


Kevin Costner. Casi perfecto. ¡Vaya miradita!...



 Hugh Jackmam. No se le puede poner ni un "pero".



Brad Pitt. ¡Menuda suerte tiene la Jolie!



Denzel Washington. Está estupendo se mire como se mire.



Russel Crowe. Australiano que está como un queso.



Will Smith. Guapo, musculoso, gracioso... lo tiene todo.

Tachan-tachán..... ¿qué ven mis ojos?

Y por último, un dios de la naturaleza hecho hombre (en honor a Valaf, que sé que le encanta), un adonis victorioso, un macho men con cara de ángel y mirando al tendido... ¡GUAPO!.


Ains. Y eso es todo por hoy.

05 enero 2012

A.B.S.


A.B.S., con estas iniciales -que más bien parecían un sistema de frenado- comenzó su carrera, siendo apenas un niño.
Tantas horas había pasado en la calle que sabía reconocer, aún con los ojos cerrados, en qué esquina, plaza o calle se encontraba.
Supermercados, farmacias, bares, coches… cualquier sitio era bueno para, durante minutos, hacerlo suyo.
Fue sumando penas y más penas hasta convertirse en el preso con más condenas de su galería. 
¡Hey, mirad al ABS!... ¡Tío grande!... ¡Qué pasa, agüelo!!...Estos y otros saludos similares le lanzaban sus compañeros reclusos.
Y así, día tras día, año tras año, consiguió saldar su deuda con la sociedad. El día 16 de diciembre fue el día señalado en el que, ¡por fin!, tras varios lustros encerrado… pisaría de nuevo la calle como un hombre libre.

Antonio Bueno Soria, de  61 años, pondría sus pies en el suelo sin deberle nada a nadie.
Cuando oyó el cierre de la verja a su espalda, también quiso cerrar los ojos e inspirar la libertad tan ansiada, llenando sus pulmones de ella. Aquí empezaba su nueva vida y quería disfrutarla.
La ciudad era nueva y desconocida para él. Caminó observando las gentes, los locales, los coches aparcados, el murmullo y el ruido de la circulación… Tantas hombres y mujeres caminando en uno y otro sentido, tan aprisa… sin mirarse apenas a la cara. Todo rápido y atestado de personas… Calles engalanadas para recibir la Navidad... Villancicos sonando y tímidos copitos de nieve adornando los árboles...

Por primera vez, en muchos años, se sintió solo.
El día 26 de diciembre, un individuo que respondía a las siglas A.B.S. fue detenido cuando se disponía a atracar una Caja Rural. Un policía de paisano, que se encontraba realizando sus gestiones personales, se dio cuenta de la situación, abalanzándose sobre el atracador que no opuso resistencia, por lo que fue reducido sin ningún tipo de incidentes.
A.B.S. fue detenido pasando a disposición judicial… Con sus antecedentes, fue enviado de nuevo a su celda en espera de juicio. Se le veía feliz mientras, esposado, recorría su galería girando el cuello y buscando los ojos de sus conocidos a los que iba saludando con el gesto de sus cejas o asintiendo con la cabeza.
El niño-ratero, de vuelta al único hogar que conocía. Con una sonrisa de oreja a oreja y con la seguridad de que ni la noche vieja ni el día de reyes  volvería a encontrarse solo... "Estos días son... para disfrutarlos en familia".



¡¡¡FELICES REYES!!!
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